El emprendimiento surgió en 2006 cuando Mariano,
vegetariano y cocinero gastronómico, en una búsqueda de alimentos nutritivos
más saludable, comenzó a trabajar en un restaurante de cocina crudivegana o raw
(en inglés: cruda), que se basa principalmente en frutas, verduras, frutas desecadas,
frutos secos, hongos, hierbas aromáticas y especias, entre otros. Allí, conoció
el wheatgrass, un alimento sumamente nutritivo. Se trata de un brote de pasto
que se consigue al germinar el trigo. “Empecé con un vivero muy chico. Sembraba
como podía, y lo vendía en un local que hacen licuados”, dice González.
“Sembramos las semillas en tierra orgánica, elaborada
de forma artesanal”, dice Mariano. En Luz
Vida procesan la tierra a través del compost, para encontrar el punto
óptimo de la clorofila, que es el primer producto de la luz, y contiene más
energía de luz que cualquier otra comida. Al sembrar la semilla en tierra orgánica,
el jugo de pasto de trigo absorbe 92 de los 102 minerales conocidos de la tierra.
“El wheatgrass tiene todas las vitaminas: A, B, C, D, K, y Beta carotina. Si se
lo hace con una tierra en mal estado, no va a tener poder energético, pero sí
en una tierra compostada, orgánica y natural”, comenta Diego.
El composteo de la tierra lo hacen con desechos de
verduras y cáscaras de fruta de una huerta que les provee Alejandra, una amiga
productora de verduras orgánicas. En el patio de la casa donde se ubica el
vivero de Luz Vida, un árbol de moras también aporta para el compost con los
frutos que caen en la montaña de tierra que utilizan para los plantines. El
trigo que usan para elaborar el jugo, también es orgánico, y se los provee un
amigo de Tandil.
El primer paso de elaboración es remojar en agua las
semillas de 8 a 10 horas, y luego lavarlas tres veces. Luego, se pasa a una bandeja
y se tapa con una capa fina de tierra orgánica. Se depositan en un vivero cerrado
a una temperatura de 20 grados. Es importante la ventilación y, que los rayos
del sol no caigan directamente sobre el brote porque lo puede quemar. La
siembra se realiza tres veces por semana y todos los días elaboran jugo en Luz
Vida. Entre el séptimo y octavo días, los plantines encuentran su punto óptimo
en enzimas y vitaminas, y es el momento ideal para realizar la cosecha.
“No es recomendable dejar pasar mucho tiempo para la
cosecha porque al ser un brote se pone amarillo y se muere”, dice Mariano. Por
último, a través de una juguera especialmente para wheatgrass importada de
Estados Unidos, se produce la extracción, porque la fibra del pasto de trigo es
altamente celulosa, y el organismo humano no la digiere. Se extrae el jugo y se
separa la fibra. En Luz Vida comercializan el pasto de trigo sembrado en
bandejas con tierra orgánica, cosechado o el jugo congelado en tabletas de diez
unidades.
“Recomendamos ingerirlo en ayunas para una mejor absorción y tomarlo
en pequeñas cantidades, unos 30 ml por día. El wheatgrass remueve metales
pesados. Los médicos y nutricionistas lo recomiendan para desintoxicar el
organismo. Elimina las toxinas de la comida chatarra y de las medicaciones”, explica
Mariano. Ahora, en Luz Vida, Diego y
Mariano agregaron jugos agroecológicos de apio, limón y zanahoria, con el mismo
sistema que el wheatgrass, prensados en frio y congelado a -80 grados para que
no se pierdan las propiedades.
Más información: www.luzvida.com.
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