jueves, 21 de noviembre de 2019

CON AIRE DE CAMPO


El inconfundible aroma que despiden la lavanda, el romero, y el tomillo, invitan a cerrar los ojos y despertar al máximo el sentido del olfato. Pero luego, el color los potreros entremezclados con estas plantas aromáticas en Las Mulitas, una chacra de 34 hectáreas ubicada sobre la Ruta Provincial 76, que ingresa a la comarca turística de Sierra de la Ventana desde Bahía Blanca, hacen potenciar el sentido de la vista y que los ojos aguanten más tiempo sin parpadear.




La chacra la heredó la familia Kugler hace 24 años, quienes luego de probar con la apicultura, en 2004 encontraron en las plantas aromáticas una veta para llegar a los mercados de las ciudades.


En Las Mulitas se cultiva y se procesa manualmente la lavanda, romero y tomillo para uso comestible y terapéutico. También fabrican almohaditas y bolsitas perfumadas, y se realizan visitas guiadas y excursión a los cerros del establecimiento para gozar de una visión panorámica de los campos y del cordón serrano de la Ventana.



En el 2018 un feroz incendio que comenzó al borde de la ruta, se extendió muy rápido por la lavanda, y sólo lograron salvarse las plantas más grandes y rebrotaron algunas en el terreno quemado. Este hecho hizo que Nicolás Kugler tomara la posta que le dejó su padre Hugo, y reformulara el emprendimiento sin detener la producción. “Estoy replanteando la escala para que la pueda manejar sin colapsar y proyectando diversificar los cultivos. Apunto a aumentar la producción de salvia, y estoy empezando a trabajar con la ajedrea, que ya cultivamos, y vamos a incorporar otras especies en forma gradual”, dice Nicolás, y luego agrega: “El objetivo es hacer más variedad en menor superficie, aplicar riego por goteo en casos puntuales y apunto sólo a la venta en el lugar, aprovechando la ubicación de la chacra que está sobre una ruta turística”.

El proceso de cada especie para llegar al producto final es prácticamente el mismo: siembra, control de malezas, poda (en el caso de la lavanda) y cosecha. Por ser cultivos orgánicos no se aplican agroquímicos. Una vez que se cosecha la especie, la producción se traslada a un galpón donde se seca la cosecha. Luego hay que separar las flores u hojas y las impurezas con una máquina despalilladora.

Lo primero que se sembró fue lavandín (lavándula x intermedia), un híbrido natural entre la lavanda verdadera (lavándula angustifolia) y la Lavándula latifolia.


“La mayoría de las aromáticas son de la cuenca mediterránea, de veranos muy tórridos con fuerte sol, características de aquí”, explica Nicolás, quien además de ser geólogo, y colaborar en la edición de libros y guías de turismo para extranjeros, ha integrado el grupo de Turismo Rural del INTA, una herramienta diseñada para colaborar con los pequeños y medianos empresarios agropecuarios.


Argentina presenta condiciones óptimas para la producción de cultivos aromáticos tanto por aspectos agroclimáticos como económicos. La producción anual ronda las 8000 toneladas, que se obtienen a través de la siembra de 44000 hectáreas. Buenos motivos para encarar un emprendimiento e ilusionarse a futuro.




jueves, 7 de noviembre de 2019

RELAX EN TREN



El bullicio insoportable de la gran ciudad y su ritmo frenético hizo que Miriam Gattari abandonara el color gris del cemento por el aire fresco y el color verde que relaja, y que conecta al ser humano con la naturaleza. Por eso, es que hace 20 años Miriam dejó la ciudad de Buenos Aires donde nació, se crió, y trabajó como farmacéutica y bioquímica. Se mudó a un campo de 21 hectáreas en Bartolomé Bavio, Partido de Magdalena, que originalmente pertenecían a Juan Manuel de Rosas.



“En 1999 deseaba fervientemente dejar de vivir en Buenos Aires y mudarme a otra parte del país para hacer otra actividad. Podía haber sido el Sur, que me atraía fuertemente, pero terminé eligiendo este lugarcito en la pampa argentina”, dice Miriam, quien una vez comprado el campo comenzó a estudiar la tecnicatura en Turismo Rural en la Universidad de Buenos Aires.



“Yo no tenía experiencia previa de trabajo en el campo.  Me mudé sola, y encontré un mundo nuevo, pero muy desafiante para una mujer que decide emprender una actividad de estas características en el medio rural”, comenta Miriam, quien con un gran esfuerzo y dedicación, comenzó a realizar modificaciones en las instalaciones de su campo, que lo bautizó “Dos Vagones”, por los dos viejos vagones de tren de carga que están instalados muy cerca de la casa principal.


Con el tiempo Miriam fue mejorando las edificaciones y convirtió a los vagones en vivienda turística con servicio de hotelería. Además, ofrece servicios de spa para adultos, en especial para parejas. El lugar también dispone de un mini vagón el cual ofrece la modalidad de glamping, es decir, camping con glamour. Y el lugar presenta un espacioso loft de 150 mts, con todas las comodidades distribuidas en dos plantas, con 150 mts2 de superficie, ideal para grupos de adultos más numerosos.


En los Dos Vagones se organizan días de campo, eventos sociales, y desde el 2010 se habilitó el establecimiento para bodas, y otros eventos.


Pero Miriam no está sola; la acompaña su empleado Miguel, quien se aboca a las tareas rurales bajo un esquema de programación diario, semanal y mensual, que se encarga Miriam de desarrollar, controlar y evaluar. Pero cuenta con personal adicional cuando hay grandes eventos o para alguna tarea específica que así lo requiera.   


“Tengo el objetivo de remodelar fisicamente algunos especios, reciclarlos para darle nueva utilidad y poder recibir más huespedes. De a poco estimo poder concretar ese deseo y brindar asi más y mejores servicios para quienes deseen visitarnos”, dice Miriam, siempre lista y atenta a todos los detalles para brindar un excelente servicio a quienes visiten Dos Vagones.

Más información: www.losdosvagones.com.ar