lunes, 30 de julio de 2018

LA RESPIRACIÓN DEL ALMA


Cada vez hay más gente que abandona el ruido de la urbe por la tranquilidad de la naturaleza. Es un cambio muy grande que no siempre resulta positivo para quien busca nuevos horizontes. Pero Santiago Lavalle se animó a dar los primeros pasos. Después de un viaje por Bolivia, al volver a Buenos Aires, Santiago iba a comenzar un nuevo emprendimiento de alimentos, y a continuar otros que ya estaban en marcha desde que se recibió como Economista Empresarial en la Universidad Torcuato Di Tella, hace ya casi 10 años.


“El emprendimiento que estaba por arrancar consistía en sembrar semillas en sobres pequeños, y así todos podíamos sazonar las comidas a gusto, pero me di cuenta que iba a estar encerrado mucho tiempo en una fábrica y en una oficina. Y lo que siempre añoré, es la naturaleza, sociabilidad, música, danza, yoga, alimentos sanos”, describe Santiago.

Así fue que en el deseo de Santiago apareció un hostal rodeado de naturaleza. En un principio, eligió como destino Maimará, una localidad argentina ubicada en el departamento de Tilcara en la provincia de Jujuy, e invitó a su amigo de toda la vida, Alejandro Chattah, para que lo acompañara con el emprendimiento. 



Pero finalmente, el lugar elegido fue Puerto Iguazú, Misiones. Allí, Santiago y Alejandro compraron un predio y construyeron una casa de dos plantas y la transformaron en un hostal. Bautizaron el lugar como “Nativa Iguazú”, y si bien en un principio la idea era que fuera un eco-hostel, el plan fue mutando y se decidió por un hospedaje de retiro y un eco-camping.
La posada se encuentra a unos 5 kilómetros del Casino Iguazú y a 5 kilómetros del Duty Free Shop Puerto Iguazú, y el aeropuerto internacional de Cataratas del Iguazú se encuentra a 15 kilómetros del establecimiento. El alojamiento ofrece una cocina compartida y servicio de habitaciones para los huéspedes. En el establecimiento y en los alrededores se pueden practicar diversas actividades, como ciclismo y parque acuático.

Desde el año pasado, en Nativa se reciben a viajeros de todo el mundo. Hay clases de yoga, música, eco-construcción, teatro, fogones, ceremonias, capoeira, danza, tambores, y cocina. “Volver a conectar con la naturaleza, el río, los animales, y la huerta, es una bendición. El objetivo de Nativa Iguazú es que cada viajero pueda ser uno mismo, desconectarse de su rutina, conectarse con el arte, su interior y su verdadera misión en esta tierra”, cierra Santiago.
MÁS INFORMACIÓN:  FACEBOOK. Nativa Iguazú. whats app +5491133050260

miércoles, 25 de julio de 2018

MINI CABALLOS

Juancito y Dante pastan, caminan, galopan y bostean como un caballo de tamaño corriente. Aunque a diferencia de éstos, que varían de una altura de entre 1,40 y 1,70 metros, apenas alcanzan los 52 centímetros.


Emigdio Falabella (72) vive en el partido bonaerense de Olavarría. Es un hombre de campo y un apasionado por los caballos al igual que su tío, Julio César Falabella, fallecido hace 47 años, y a quien se le debe la creación de la raza que hoy lo homenajea: los Falabella. “Julio era un entusiasta por la genética, que la implementaba en sus perros, sus gallinas, y por su puesto con sus caballos. Así fue que logró esta raza tan particular”, comenta Emigdio. Y recuerda la hazaña genética de su tío, quien con su invención marcó un récord en el libro Guinness, de un caballo que medía 50 centímetros, superado luego por animales individuales que no pertenecían a ninguna raza.


En su campo de Coronel Brandsen, provincia de Buenos Aires, Julio logró, a través de un riguroso trabajo genético, fijar los patrones para dejar establecida la raza. Para eso introdujo animales de razas pequeñas europeas como el Pura Sangre Inglés, el Welsh Pony, y los Shetlands. Así logró obtener un plantel bien estructurado de 600 yeguas madre, apartadas en distintas manadas clasificadas por el pelaje.  “Julio estableció en sus registros que la medida ideal debía ser de 75 centímetros, con una máxima de 1,30 metros desde la cruz”, dice Emigdio.

A la muerte de don Julio, Emigdio decidió comprar cinco yeguas preñadas a la sucesión, y decidió continuar con el trabajo genético de la raza. Hoy Emigdio tiene 29 yeguas madre y dos padrillos de excelente pedigree en “Lomas Pampas”, su campo en Olavarría, y hace 47 años que cría a los Falabella, que no son ponis ni petisos, sino caballos miniatura.

Más información: www.minifalabella.com.ar

BELLEZA EN EL AGUA

Azules, rojas, rosas, blancas. Las plantas acuáticas son un espectáculo digno de disfrutar, y ya hay un importante crecimiento en la demanda por parte de campos, quintas, jardines, y empresas. También se dejan ver en pequeños estanques ubicados en balcones o terrazas de departamentos. Esta moda comenzó a ser furor en los Estados Unidos y en la gran mayoría de los países europeos. Los precursores en este cultivo fueron los egipcios, que las cultivaban como adornos en estanques hace miles de años, y consideraban a los lotos (una de las flores más bellas) como ejemplares sagrados y como símbolo de la fertilidad.


Juan Pablo Trinco es uno de los pocos productores de plantas acuáticas que hay en el país, y en 2005 creó el vivero La Barcina, ubicado en Francisco Álvarez, a 44 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires.  La Barcina es un emprendimiento especializado en la producción de peces y plantas acuáticas. “Me puse a pintar un nenúfar, y no conseguí el que yo quería, así que me puse a investigar sobre estas plantas que no son tan conocidas, y comencé a coleccionarlas, y al poco tiempo surgió la idea del vivero”, dice Juan Pablo.



Las plantas acuáticas se dividen en cuatro grupos: Las arraigadas (nivel acuático): nenúfares, lotos, ninfoides, amapola de agua; Las flotantes (nivel flotante): jacintos de agua, repollitos de agua, lentejitas, helechitos de agua; Las oxigenadoras (nivel subacuático): elodeas, cola de zorro, valisnerias; Palustres (de ribera o margen. Nivel marginal): papiros, totoras, juncos, equisetum, lirios. En La Barcina se trabajan todas estas variedades.


En sus inicios, el vivero sólo contaba con un lago natural, pero se comenzó a avanzar con la incorporación de estanques para el cultivo de las diferentes especies. “Luego de algunos viajes, ampliamos nuestra colección, y dado su exotismo y belleza, el vivero se convirtió en un paseo para visitar”, explica Juan Pablo.


En un principio, las ventas fueron locales, pero luego comenzaron a vender por todo el país. También venden a los países limítrofes. En el 2009 iniciamos un nuevo proyecto: nuestro curso de jardinería acuática. “Ahora me dedico a armar ecosistemas más grandes con plantas y peces, ecosistemas acuáticos, pero a gran escala y con belleza", dice Juan Pablo, un apasionado de la naturaleza y un especialista en esta moda que llegó para quedarse.

Más información: www.floresacuaticas.com.ar

viernes, 20 de julio de 2018

EL DÚO DINÁMICO

Mario Corridoni es apicultor desde hace más de 35 años, y en su planta del complejo industrial Nogalis, partido bonaerense de Exaltación de la Cruz, elabora un exótico dulce de leche con miel. Corridoni envasa unos 2.500 kilogramos de miel aproximadamente, y señala que: “Es una opción deliciosa que está ganando cada vez más fanáticos. La miel aporta 36 propiedades más. No le agregamos miel al dulce de leche. Es un proceso más complejo que da un producto más nutritivo”.


El dulce de leche de Corridoni se cocina con leche, con su justa parte de azúcar y miel, que logra un sabor suave, con finos tonos de miel. Lo comercializa bajo el nombre de “Mundver”, y estuvo presente en la edición de Caminos y Sabores 2018 que se llevó a cabo del 6 al 9 de julio en el predio de La Rural.



Corridoni es integrante de la Cooperativa La Agroapícola, que trabaja para satisfacer los estándares de calidad de sus clientes, basados en capacidad innovadora, flexibilidad y vocación de servicio, a través de productos diferenciados, y promueve la exportación de productos con valor agregado.

Argentina es el tercer productor y segundo exportador de miel a nivel mundial. La apicultura está conformada en su mayoría por productores pequeños y empresas familiares distribuidas en toda la geografía nacional. El 95% de la producción se exporta casi en su totalidad a granel. La miel de la Argentina es muy codiciada y muy buscada por las propiedades que tiene: generando al país un flujo de ingresos muy importante. Además es un sector que aporta mano de obra que beneficia a Pymes y todo tipo de empresas.


En cuanto al dulce de leche, las últimas estadísticas del sector indican que se producen en el país 140.000 toneladas anuales y cada argentino consume unos 3,5 kilos al año. Los principales compradores de dulce de leche argentino son Chile, Brasil, Estados Unidos, Paraguay y Bolivia. Y  en lo que respecta a la Unión Europea, los principales mercados son España, Reino Unido y Alemania.

Más información: www.laagroapicola.com.ar

martes, 10 de julio de 2018

EL INCREÍBLE JUGO VERDE

Cada vez se suman más productos naturales, frescos, nutritivos y antioxidantes a  la dieta de los veganos. Ahora es el momento del wheatgrass o jugo de pasto de trigo. En Villa Ballester, partido de General San Martín, provincia de Buenos Aires, Mariano González y Diego Almada crearon Luz Vida, un emprendimiento familiar, y son los primeros productores de wheatgrass en la Argentina.


El emprendimiento surgió en 2006 cuando Mariano, vegetariano y cocinero gastronómico, en una búsqueda de alimentos nutritivos más saludable, comenzó a trabajar en un restaurante de cocina crudivegana o raw (en inglés: cruda), que se basa principalmente en frutas, verduras, frutas desecadas, frutos secos, hongos, hierbas aromáticas y especias, entre otros. Allí, conoció el wheatgrass, un alimento sumamente nutritivo. Se trata de un brote de pasto que se consigue al germinar el trigo. “Empecé con un vivero muy chico. Sembraba como podía, y lo vendía en un local que hacen licuados”, dice González.


“Sembramos las semillas en tierra orgánica, elaborada de forma artesanal”, dice Mariano. En Luz Vida procesan la tierra a través del compost, para encontrar el punto óptimo de la clorofila, que es el primer producto de la luz, y contiene más energía de luz que cualquier otra comida. Al sembrar la semilla en tierra orgánica, el jugo de pasto de trigo absorbe 92 de los 102 minerales conocidos de la tierra. “El wheatgrass tiene todas las vitaminas: A, B, C, D, K, y Beta carotina. Si se lo hace con una tierra en mal estado, no va a tener poder energético, pero sí en una tierra compostada, orgánica y natural”, comenta Diego.
El composteo de la tierra lo hacen con desechos de verduras y cáscaras de fruta de una huerta que les provee Alejandra, una amiga productora de verduras orgánicas. En el patio de la casa donde se ubica el vivero de Luz Vida, un árbol de moras también aporta para el compost con los frutos que caen en la montaña de tierra que utilizan para los plantines. El trigo que usan para elaborar el jugo, también es orgánico, y se los provee un amigo de Tandil.

El primer paso de elaboración es remojar en agua las semillas de 8 a 10 horas, y luego lavarlas tres veces. Luego, se pasa a una bandeja y se tapa con una capa fina de tierra orgánica. Se depositan en un vivero cerrado a una temperatura de 20 grados. Es importante la ventilación y, que los rayos del sol no caigan directamente sobre el brote porque lo puede quemar. La siembra se realiza tres veces por semana y todos los días elaboran jugo en Luz Vida. Entre el séptimo y octavo días, los plantines encuentran su punto óptimo en enzimas y vitaminas, y es el momento ideal para realizar la cosecha.


“No es recomendable dejar pasar mucho tiempo para la cosecha porque al ser un brote se pone amarillo y se muere”, dice Mariano. Por último, a través de una juguera especialmente para wheatgrass importada de Estados Unidos, se produce la extracción, porque la fibra del pasto de trigo es altamente celulosa, y el organismo humano no la digiere. Se extrae el jugo y se separa la fibra. En Luz Vida comercializan el pasto de trigo sembrado en bandejas con tierra orgánica, cosechado o el jugo congelado en tabletas de diez unidades. 

“Recomendamos ingerirlo en ayunas para una mejor absorción y tomarlo en pequeñas cantidades, unos 30 ml por día. El wheatgrass remueve metales pesados. Los médicos y nutricionistas lo recomiendan para desintoxicar el organismo. Elimina las toxinas de la comida chatarra y de las medicaciones”, explica Mariano. Ahora,  en Luz Vida, Diego y Mariano agregaron jugos agroecológicos de apio, limón y zanahoria, con el mismo sistema que el wheatgrass, prensados en frio y congelado a -80 grados para que no se pierdan las propiedades.

Más información: www.luzvida.com.


miércoles, 4 de julio de 2018

EL DOCTOR POLERO

La entrada por la calle de casuarinas del club de polo El Retiro, en Zelaya, partido de Escobar, da una sensación de ser acunado por la magia de un mundo diseñado para los amantes de la esencia ecuestre. Hay corrales; cuarenta boxes; un galpón gigante; el Club House con paredes que derraman historias arriba y abajo del caballo; palenques; un picadero redondo; casa de los petiseros; y lo más importante: 2 canchas de polo con tablas. Todo en un predio de 50 hectáreas.


   Pero la sorpresa arrebata la ensoñación de este redactor cuando quien aparece es un jugador atípico. No es un gaucho de boina ladeada, ni un polista dotado. Es un médico retirado de la profesión y apasionado por el deporte, que se apura en señalar: “Como polista he sido siempre un excelente cirujano”. Es que Marcos Llambías lleva el polo en las venas, y se le nota a los pocos segundos de comenzar a charlar, y la magia empieza a brotar cuando cuenta que no proviene de una familia del polo; que empezó a jugar por influencia de un compañero del colegio que llegó a tener ocho goles de hándicap; que navegó entre dos mundos: haciendo listas de caballos cuando operaba, y obsesionado por sus pacientes graves cuando corría tras la bocha en un partido.


   El inesperado azar hizo de las suyas, y por intermedio del cardiólogo que monitoreaba sus pacientes en el quirófano, Llambías supo de la existencia de un maestro de la equitación que buscaba trabajo. Entonces ambos se asociaron, fundaron una escuela de polo, exportaron caballos y viajaron por el mundo hasta que el deporte se hizo más rentable que la medicina, y las tardes de sol reemplazaron a la luz artificial de las salas de operaciones.

   La actividad se torna febril cuando la realidad se impone a la magia del relato, y los jugadores locales, los extranjeros, los petiseros, los turistas del "Polo Day" y los caballos, se preparan para otro día de pasión deportiva y entretenimiento. 

“Jugar me costó mucho. En primer lugar porque no venía de una familia polista, ni tenía apoyo financiero para solventar los gastos de un deporte caro por naturaleza. Algo imposible tanto para un niño en edad escolar, como para un posterior estudiante de medicina, y más tarde, médico cirujano”, se achica Llambías, aunque llegó a los 6 goles de hándicap.

FOTOS: titocoletes.com.
Más información: elretiropolo@gmail.com
Celular: 1161958812