Cada vez hay más
gente que abandona el ruido de la urbe por la tranquilidad de la naturaleza. Es
un cambio muy grande que no siempre resulta positivo para quien busca nuevos
horizontes. Pero Santiago Lavalle se animó a dar los primeros pasos. Después de
un viaje por Bolivia, al volver a Buenos Aires, Santiago iba a comenzar un
nuevo emprendimiento de alimentos, y a continuar otros que ya
estaban en marcha desde que se recibió como Economista Empresarial en la Universidad
Torcuato Di Tella, hace ya casi 10 años.
“El emprendimiento
que estaba por arrancar consistía en sembrar semillas en sobres pequeños, y así
todos podíamos sazonar las comidas a gusto, pero me di cuenta que iba a estar
encerrado mucho tiempo en una fábrica y en una oficina. Y lo que siempre añoré,
es la naturaleza, sociabilidad, música, danza, yoga, alimentos sanos”, describe
Santiago.
Así fue que en el
deseo de Santiago apareció un hostal rodeado de naturaleza. En un principio, eligió como destino Maimará, una localidad argentina ubicada en el departamento
de Tilcara en la provincia de Jujuy, e invitó a su amigo de toda la vida, Alejandro
Chattah, para que lo acompañara con el emprendimiento.
Pero finalmente, el lugar elegido fue Puerto Iguazú, Misiones. Allí, Santiago y Alejandro compraron un predio y construyeron una casa de dos plantas y la transformaron en un hostal. Bautizaron el lugar como “Nativa Iguazú”, y si bien en un principio la idea era que fuera un eco-hostel, el plan fue mutando y se decidió por un hospedaje de retiro y un eco-camping.
La posada se
encuentra a unos 5 kilómetros del Casino Iguazú y a 5 kilómetros del Duty Free
Shop Puerto Iguazú, y el aeropuerto internacional de Cataratas del Iguazú se
encuentra a 15 kilómetros del establecimiento. El alojamiento ofrece una cocina
compartida y servicio de habitaciones para los huéspedes. En el establecimiento
y en los alrededores se pueden practicar diversas actividades, como ciclismo y
parque acuático.
Desde el año pasado,
en Nativa se reciben a viajeros de todo el mundo. Hay clases de yoga, música, eco-construcción,
teatro, fogones, ceremonias, capoeira, danza, tambores, y cocina. “Volver a conectar
con la naturaleza, el río, los animales, y la huerta, es una bendición. El
objetivo de Nativa Iguazú es que cada viajero pueda ser uno mismo,
desconectarse de su rutina, conectarse con el arte, su interior y su verdadera
misión en esta tierra”, cierra Santiago.
MÁS INFORMACIÓN: FACEBOOK. Nativa Iguazú. whats app
+5491133050260