miércoles, 25 de julio de 2018

BELLEZA EN EL AGUA

Azules, rojas, rosas, blancas. Las plantas acuáticas son un espectáculo digno de disfrutar, y ya hay un importante crecimiento en la demanda por parte de campos, quintas, jardines, y empresas. También se dejan ver en pequeños estanques ubicados en balcones o terrazas de departamentos. Esta moda comenzó a ser furor en los Estados Unidos y en la gran mayoría de los países europeos. Los precursores en este cultivo fueron los egipcios, que las cultivaban como adornos en estanques hace miles de años, y consideraban a los lotos (una de las flores más bellas) como ejemplares sagrados y como símbolo de la fertilidad.


Juan Pablo Trinco es uno de los pocos productores de plantas acuáticas que hay en el país, y en 2005 creó el vivero La Barcina, ubicado en Francisco Álvarez, a 44 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires.  La Barcina es un emprendimiento especializado en la producción de peces y plantas acuáticas. “Me puse a pintar un nenúfar, y no conseguí el que yo quería, así que me puse a investigar sobre estas plantas que no son tan conocidas, y comencé a coleccionarlas, y al poco tiempo surgió la idea del vivero”, dice Juan Pablo.



Las plantas acuáticas se dividen en cuatro grupos: Las arraigadas (nivel acuático): nenúfares, lotos, ninfoides, amapola de agua; Las flotantes (nivel flotante): jacintos de agua, repollitos de agua, lentejitas, helechitos de agua; Las oxigenadoras (nivel subacuático): elodeas, cola de zorro, valisnerias; Palustres (de ribera o margen. Nivel marginal): papiros, totoras, juncos, equisetum, lirios. En La Barcina se trabajan todas estas variedades.


En sus inicios, el vivero sólo contaba con un lago natural, pero se comenzó a avanzar con la incorporación de estanques para el cultivo de las diferentes especies. “Luego de algunos viajes, ampliamos nuestra colección, y dado su exotismo y belleza, el vivero se convirtió en un paseo para visitar”, explica Juan Pablo.


En un principio, las ventas fueron locales, pero luego comenzaron a vender por todo el país. También venden a los países limítrofes. En el 2009 iniciamos un nuevo proyecto: nuestro curso de jardinería acuática. “Ahora me dedico a armar ecosistemas más grandes con plantas y peces, ecosistemas acuáticos, pero a gran escala y con belleza", dice Juan Pablo, un apasionado de la naturaleza y un especialista en esta moda que llegó para quedarse.

Más información: www.floresacuaticas.com.ar

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