lunes, 22 de octubre de 2018

JABALÍ AL PLATO

Junto con el ciervo colorado, el jabalí llegó desde Europa a la provincia de La Pampa en 1906. Con el tiempo se fueron expandiendo por Neuquén hasta llegar a la Cordillera, y desde allí se desparramaron por gran parte del país.  
En el 2002 la familia Beuille se instaló en la localidad de Suipacha, provincia de Buenos Aires, y atrapados por la caza de jabalí, se dedicaron a su cría y reproducción para después probar las delicias de la carne de caza. Allí crearon La Escuadra, que es el único establecimiento de la provincia que cría jabalíes. El lugar es propiedad de Ernesto Weigandt, un ex cazador, y actual administrador del  emprendimiento. Eduardo Beuillé es el encargado de La Escuadra y gerencia un rodeo de más de 300 animales.


En La Escuadra se elaboran chacinados, carne ahumada y otras delicias con carne de jabalí. Hay un comedor con capacidad para 100 cubiertos. Se asa especialmente el jabato, cruza de jabalí al 50% con cerdo doméstico. Este animal reúne las mejores características de las sub-especies, tiene un sutil gusto a salvaje y es muy magro como el jabalí puro, lo que mantener la terneza y el color del cerdo doméstico.


Manejo del criadero

El manejo del jabalí en cautiverio es un poco más complicado que el del cerdo doméstico, ya que puede ser muy agresivo, en especial machos o hembras recién paridas, por lo que se deben tomar precauciones en su manejo y alojamiento a campo. En el establecimiento hay protecciones con alambrados de once hilos y boyeros para mantener a los jabalíes dentro de un área determinada. El número de crías por camada es de 1 a 6, pero normalmente de 4 a 5 ejemplares. El celo es de mayo a julio, y en las hembras dura unos 23 días. La gestación dura tres meses, tres semanas y tres días, igual que el cerdo doméstico. Y las crías nacen con un peso que puede ir de unos 600 gramos a poco más de 1 kg.


Respecto a la alimentación, se les da es una mezcla mecánica que hacen en la granja, partiendo de una base de 80 % maíz molido, 17 % expeller de soja desactivado al 44% y el resto es un núcleo alimentario que le provee al animal lo que no consigue en la naturaleza (sales, minerales y vitaminas) evitando de esa manera que cambie el gusto típico de la carne salvaje. El peso de faena de un capón es de 90-95 kilos, un peso que alcanza recién a los 18 meses.
La Escuadra abre los viernes por la noche, sábados al mediodía y domingos al mediodía.

martes, 9 de octubre de 2018

CON EL LÁPIZ DESDE ABAJO

“Como todos los demás seres humanos, nos empezamos a manifestar desde muy temprana edad a tendencias expresivas o simples juegos con los elementos que tenemos a nuestro alcance. Así fue como empecé, en mi casa de Trenque Lauquen, siempre con un lápiz, crayón, o lapicera en mano, y cualquier papel servía para jugar o dibujar”, dice Nazareno González, quien se adentró en el mundo del arte desde muy chico.



En sus comienzos, los dinosaurios fueron el tema principal de sus dibujos. Nazareno usaba su imaginación y tomaba de modelo a otros dibujantes de libros para hacer sus dinosaurios, hasta que la vida lo cruzó con un domador de caballos, un paisano vecino quien le enseñó todo sobre caballos, y así quedó atrapado en el fascinante mundo de los cuadrúpedos. “La situación económica de mi familia impidió que asista a clases particulares de dibujo, pero siempre conté con el apoyo y la motivación de mis padres para que siga dibujando. Y a los quince años, una profesora me invitó a que asista a su taller por un breve período, el cual me brindó una motivación para seguir explorando”, comenta Nazareno.


En el 2012 fue su primera experiencia académica en la pintura. Cursó tres el profesorado de pintura en el Instituto Santa Ana, en Capital Federal. Allí aprendió un enfoque más clásico y académico, y adquirió más herramientas como la pintura al óleo y el dibujo de la figura humana, que luego fue aplicando a sus obras con caballos, el paisano y el campo argentino. “Fue una motivación muy grande asistir a las clases de pintura, me ayudó a ser más critico en mis trabajos, para luego tratar de mejorar”, asegura González.


Fortnato Lacamera, Eugenio Daneri, Pio Collivadino, Lazzari, y Guillermo Roux, son algunos de los artistas argentinos que Nazareno admira, y las técnicas que utiliza en su arte es la pintura al óleo sobre tela o chapadur, para el dibujo usa el lápiz, y también la carbonilla sobre papel.
  
Me defino por el momento, como un alumno de pintura, no un artista. Me cuesta entender la idea de artista, y como definir la palabra “artista”, siento que es una palabra con peso propio,  que se termina aplicado mal en muchos casos.
Pero si creo en el oficio y en el amor que uno empeña y desarrolla a diario, por eso todos los días dibujo y pinto, pienso que forjar un oficio es el pilar principal para cualquier disciplina.


“Soy un alumno porque todavía no domino por completo las técnicas que pretendo usar. Por eso actualmente asisto a un taller de dibujo y pintura, para poder mejorar y aprender más herramientas y desarrollar un conocimiento que me permita profundizar en las ideas que a veces se cruzan en mi cabeza”, cierra Nazareno, un artista motivado por la vida de campo.