EL ARTE EN LAS MANOS

El olor de la témpera y las acuarelas se sienten fuertes en el taller de Esteban Díaz Mathé. Su buen pulso deja que el pincel recorra la tela con facilidad, y lo que empezó como hobby hace muchos años, hoy ya es una pasión que nunca abandonó.  Sus primeras obras fueron réplicas de Miguel Ángel, Da Vinci, Rembrandt, Bouguereau, Caravaggio y Sorolla, hechas por encargo a coleccionistas de arte. Pero sus verdaderos maestros fueron los libros, que le aportaron la técnica necesaria para consolidar su trabajo en las telas. “Fui incorporando la capacidad de leer las imágenes y desglosar cómo un pintor hizo su obra, ese es mi talento. Lo que pinta es el ojo, no la mano”, dice Díaz Mathé.

Cuando Esteban percibió que tenía la capacidad de dibujar, de hacer retratos y a dibujar a mano alzada, fue plasmando en la pintura su fuerte arraigo sentimental  con la vida rural, y luego de viajar durante tres años por más de 27 grandes estancias ubicadas en diez provincias del país, desde Tierra del Fuego hasta Salta, se lanzó a publicar “Ser Argentino”, un libro donde a través de 143 bocetos, Esteban refleja los quehaceres diarios del campo argentino y, fundamentalmente, a su protagonista estrella: el gaucho.

“El proyecto no fue nada fácil, me largué a hacer un libro en homenaje a toda la provincia de Buenos Aires, a escenas que había conocido en mi infancia en General Pinto, en Lincoln, de andar en el verano a caballo, conocer verdaderos paisanos, sogueros, domadores, puesteros, de haber ido a muchas jineteadas y haber trabajado a caballo junto a los paisanos”, recuerda Esteban, quien desde su taller ubicado en Palermo, sigue aportando a través del arte a la Argentina que crece.

Más información: http://www.diazmathe.com/