jueves, 1 de octubre de 2020

SON DE MADERA

 Nada se deshecha en el taller de la Cooperativa de Trabajo La Huella, y los materiales reciclados reviven en muebles y objetos con belleza e identidad. La Huella nació en 2008 y desde 2013 se constituyó formalmente como cooperativa de trabajo, y funciona dentro del predio del hospital municipal porteño José Tiburcio Borda.

Las personas que conforman la Cooperativa estuvieron internadas en el Borda o con tratamientos ambulatorios, y además hay voluntarios que se acercaron a La Huella para colaborar y consolidar un modelo de producción y comercialización que piensa en el desarrollo integral de la persona, y enfatiza con el medio ambiente y la diversidad de los pueblos.

El objetivo de La Huella es brindar servicios vinculados a la integración socio laboral a usuarios de servicios de salud mental, incluyendo capacitación y entrenamiento laboral, turismo, actividades culturales, deportivas y otras actividades afines.

En la Cooperativa ya llevan más de 500 muebles realizados. Además, ofrece servicio de restauración y reciclado de muebles a particulares, organizaciones públicas y privadas. La propuesta de La Huella se centra en tres ejes: Línea Muebles de Mano, Atriles; Línea Agroecológica, Composteras; y Línea Muebles de Exterior. Y próximamente, se incorporará Pulido y Plastificados de Pisos.

Momentáneamente el taller se encuentra cerrado a la espera de retomar las actividades presenciales en cuanto se otorgue la autorización.

Más información: https://www.facebook.com/lahuella.org

martes, 7 de julio de 2020

EL RESURGIR DE UNA PASIÓN


Para muchos la pandemia del Coronavirus provocó que se reinventen o potencien aquellas habilidades o pasiones que estaban dormidas. Josefina Finucci trabaja como administrativa en una inmobiliaria, pero ahora con más tiempo para dedicarse a lo que uno quiere, decidió poner en marcha su propio emprendimiento “Buttetter Boo”, que lo define como “mi pastelería digital en la cual la estrella principal son las tortas batter cream pero también hago tortas brownie, alfajores de almendra o de nuez, y otros productos”.

Aprendió a cocinar de niña con el asesoramiento de su madre, pero a medida que fue incorporando experiencia comenzó a hacerlo sola y a preparar riquísimos platos para toda su familia.

Josefina además estudió producción de alimentos y se recibió de chef en el Instituto Gastronómico (IGA). “Me gustan los detalles. Fui descubriendo que la pastelería era lo que verdaderamente me apasiona y empecé a hacer cursos con profesores particulares que me fueron enseñando sus técnicas hasta que llegué a la que más me gusta que es la butter cream, que se usa para recubrir las tortas y le aporta una terminación distinta”, dice Josefina, quien en su cocina ubicada en el partido de San Martín, prepara las “box cuarentena”, unas cajas para regalar repletas con sus exquisitos productos.

El butter cream es una combinación de mantequilla mezclada con azúcar (dependiendo de la receta puede contener otros ingredientes) con la que se obtiene una crema ligera y suave para rellenar o cubrir pasteles y cupcakes, y además se utiliza para decoraciones.

Más información: instagram.com/buttetterboo.
Celular: 2342 50-6419

miércoles, 1 de julio de 2020

UNA MÁQUINA DE HACER CAFÉ


La prudencia es una de las virtudes morales de la conducta humana que identificó Platón en su obra La República. También fue denominada “virtud especial” por Santo Tomás de Aquino. A la hora de invertir en un emprendimiento, según especialistas, la prudencia es clave para tomar una buena decisión, sin embargo, hay quienes desoyen esta máxima y se lanzan a la aventura sin tomarla en cuenta. Y Jorge García Puigrredón, empresario chileno, fue uno de ellos, quien en plena crisis económica de 2001, mientras se producía una fuga incontrolable de capitales, con una inversión inicial de 60.000 dólares creó Central de Café, que desarrolla blends y cafés de alta gama destinado al mercado gastronómico, hotelero, restaurantes y bares.


Central de Café cuenta con más de 70 variedades de blends exclusivos, lavados, naturales, descafeinado y orgánicos. El secreto del negocio está en traer granos de café de todas partes del mundo: Colombia, Costa Rica, Brasil, Perú, Guatemala, México, India, Nueva Guinea, Etiopía, Kenia, Tanzania y Sumatra, entre otros. “Hay un consumo muy importante de café, traído de Centroamérica, de Brasil, África, países que no tienen nada que ver con el consumo, de hecho, los países que más consumen, ninguno produce. En América Latina hay muy buenos cafés”, concluye Jorge, y destaca que la empresa vende un promedio mensual de 11.520.000 tasas de cafés finos.

Otro de sus logros más importantes es el desarrollo de la primera Academia de Maestros Baristas, que brinda 25 horas de capacitación en un curso novedoso y entretenido para capacitar a sus clientes. “Es muy importante dar la cara. Hay que presentarse personalmente, no sólo poner un grano de café sino la credibilidad que tiene que haber detrás de uno cuando traes un grano. Esa fue nuestra  primera diferenciación. Somos una empresa que tiene el corazón de una pequeña pero el tamaño de una grande”, resalta García Puigrredón. 

Otro fuerte de la empresa es que su fundador proviene del área gastronómica, un valor fundamental al momento de reunirse con los clientes: “Tengo 20 años de trayectoria en el área gastronómica. Soy más gastronómico que cafetero. Es tremendamente valioso porque naturalmente estás pensando desde el lado del cliente, y es lo que hace que nuestros clientes están siempre a la cabeza”, cierra García Puigrredón.

MAS INFORMACION: WWW.CENTRALDECAFE.COM.AR

miércoles, 10 de junio de 2020

FILO INOXIDABLE


El cuchillo, esa herramienta que en la historia del hombre sirvió como elemento fundamental para la supervivencia, evolucionó hasta transformarse en obra de arte, aunque sin abandonar sus facultades básicas. Y así lo entiende Marcelo, quien siguió los pasos de su padre, Néstor Lorenzo Rhó, un aventurero artista quien aprendió del oficio de la cuchillería en la sala de máquinas de un barco que navegó por todos los mares de la tierra. En sus tiempos libres realizaba trabajos a sus compañeros, entre ellos encabar cuchillos.



Después de viajar durante más de 10 años, Néstor se instaló en la ciudad bonaerense de Junín y armó su taller de cuchillería que hoy lleva adelante su hijo Marcelo. “Siempre amé la artesanía, estoy en permanente contacto con artesanos, sogueros, y plateros. Mi estilo es clásico, tradicional. Me gusta el cuchillo criollo, la historia y sus bases que provienen del mediterráneo. Siempre busco información para tener bases más sólidas en lo que estoy haciendo”, dice Marcelo, quien además de su taller, armó una sala de exposición donde se destacan sus trabajos. 


En el taller, Macelo trabaja entre 15 y 20 cuchillos por día. El primer paso para el armado de un cuchillo empieza con la hoja de acero, que se desbasta, se perfila la planchuela, se corta, se rebaja, y luego se pasa al templado a través de un tratamiento térmico. Por último, se pule y se pasa al grabado.




Para los cabos, Marcelo suele utilizar maderas nacionales como retama, urunday, guayacán, palo rosa, palo santo, y quebracho, además de otras maderas importadas. También utiliza algunas cornamentas de ciervo colorado, ciervos axis, y de antílopes. 


Pero además del armado del cuchillo, a Marcelo le fascina su historia, y por eso a cada cliente que pasa por su taller le hace una recorrida por la sala de exposición para mostrarle y contarle los inicios de la platería criolla y el sello inconfundible de nuestra identidad ¡A forjar cuchilleros!


Más información: www.cuchillosrho.com.ar

info@cuchillosrho.com.ar +54 (0236) 15.4670686 · 15.4649245

miércoles, 12 de febrero de 2020

POR LOS CAMINOS DE LA LLAMA


Santos Manfredi visitó, junto a su mujer, la ciudad de Tilcara en el 2001 y recorrieron los cerros en busca de huellas antiguas y otras, usadas actualmente por los pobladores del valle. En el 2002 se instalaron definitivamente en la ciudad de Tilcara y comenzaron a criar Llamas.


La llama (Lama glama) es la especie domesticada del Guanaco (Lama guanicoe, animal silvestre). Se trata de un camélido rumiante originario de América del Sur. Su distribución alcanza la Puna chilena, todo el noroeste de Argentina, el oeste de Bolivia y el sur de Perú.

Amante del senderismo, Santos investigó sobre el uso de la llama como animal carguero. Buscó información en el Museo Arqueológico de Tilcara, se reunió con arqueólogos y antropólogos interesados en la temática caravanera, e interactuó con llameros de la puna argentina – boliviana y trabajó de forma empírica en la técnica de “estimulación positiva” para el amansamiento de llamas.


Con el tiempo, Santos formó un Establecimiento rural ecológico, especializado en el amansamiento para el uso de la llama como animal carguero y dedicado a fomentar el trabajo junto a las comunidades locales, en el marco del Turismo Rural de Base Comunitaria. Cuenta con diferentes circuitos en los que las familias de las comunidades locales brindan sus servicios de hospedaje y guiado (en las zonas de Zanjas, Pozo Colorado, entre otras). Además, Santos formó guías para la práctica del Trekking con llamas, bajo un fuerte compromiso con la temática social y ecológica.

El senderismo con llamas se realiza por La Quebrada de Humahuaca, Jujuy, con base en Tilcara, en programas de medio día o varios días. Las Llamas no se montan, sino que acompañan durante el trayecto a pie cargando el equipaje necesario para los viajes.


Entre los circuitos se visitan lugares como La Garganta del Diablo, Las Salinas Grandes, el Valle de Maimará, el Paraje de Zanjas, el Abra de Punta Corral, Tumbaya, el Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Puna (Pozo Colorado, Colorados, Carrizal, Sepultura), entre otros.

Más información:
contacto@caravanadellamas.com.ar
Web: www.caravanadellamas.com

lunes, 10 de febrero de 2020

PECES PARA TODOS

Desde hace más de 35 años que Eduardo Catania cultiva especies de distintas partes del mundo con un sistema intensivo semi cerrado que él mismo diseñó en su granja acuática “Agua Dulce”, ubicada en la localidad de San Vicente, provincia de Buenos Aires. 


Eduardo es especialista y consultor en Producción Acuícola Intensiva, y produce muchas especies de peces, entre ellas truchas, Koi, salmón siberiano, langosta australiana, y pejerrey, entre otros.
Pero desde hace unos años, su trabajo está puesto en la producción de tilapia (Oreochromis niloticus), un pez originario del Nilo de África, y actualmente el más popular en el mundo, y una de las especies que más consume la comunidad coreana.  

Eduardo comenzó con la producción de peces desde muy chico, y hace 37 años que vive de eso. Sus inicios fueron con peces ornamentales como el carassius y el goldfish, y otros tropicales, que los criaba en piletas y lagunas. Su maestro fue Ricardo Sintaku, de origen japonés, y quien le enseñó todos los secretos de la acuicultura. 


Ya con una buena base de experiencia, Eduardo comenzó a realizar pruebas e investigaciones, ya que en Buenos Aires se dificultaba el cultivo de peces, para que en un año estuvieran listos a la venta, debido a que el clima no lo permitía. Fue así que empezó a desarrollar nuevas ideas de cultivo usando sistemas de control que él mismo diseñó, y con la llegada de Internet se dio cuenta de que no estaba errado, porque la acuicultura más avanzada en el mundo estaba orientada en la dirección que él estaba desarrollando.

“Aquí desarrollamos la acuicultuta controlada, que ejerce control sobre la calidad del agua, sobre sus parámetros físicos, químicos, y biológicos, para así ejercer un control sobre el desarrollo del organismo que se quiere cultivar y sobre su negocio”, explica Eduardo, quien además construyó un espejo de agua donde funcionó el primer “pesque y pague” de truchas en el país. Allí hay peces que llegan a pesar hasta 20 kilos.


Al mismo tiempo, Catania creó la primera Escuela del Productor Acuícola privada del país, que se dedica a la formación de productores acuícolas y donde enseña un sistema de producción que posibilita tener una cosecha semanal, lo que permite obtener todas las semanas un flujo de dinero y una oferta continua.


“No me gusta pescar, me atrapan todos los aspectos de la acuicultura, me atrapa desarrollar algo que en mi país no se desarrolla por falta de conocimiento, me atrapa la idea de brindar un ejemplo que otros puedan seguir, de difundir lo que aprendí en toda mi vida. La idea es poder lograr un desarrollo y poder dar un aporte a la comunidad; yo sé que suena a fantasía, pero es lo que realmente siento”, comenta Eduardo, y por último, agrega que desarrolló un sistema totalmente sustentable, donde produce peces sin contaminar el ambiente, y todos los desechos se reciclan para producir la energía que mueve al sistema y para producir plantas de huerta sobre el agua, que nunca se desecha sino que vuelve al mismo sistema de producción.


Más información:
Tel: 02225-481871

miércoles, 5 de febrero de 2020

TELERA DE UNA PASIÓN


Daniela teje en una de las habitaciones de su casa en Mechita, a 200 kilómetros de Buenos Aires y a 10 de Bragado. A esa habitación la llama “mi covacha” y por allí pasa gran parte del día.


Hace diez años, Daniela y su marido Raúl Finucci, periodista y director de El Tradicional, se mudaron al pueblo buscando tranquilidad, la que hallaron sin dudas. “Cuando nos fuimos a Mechita pensé que alejarnos de la ciudad perjudicaría mi trabajo, pero internet es una vidriera extraordinaria y desde que dedico un tiempo diario a la redes, no he dejado de tener pedidos”.




Comenzó a tejer hace 24 años; aprendió en la Asociación Criolla Argentina con Jorge Marí, quien formó parte de una camada de importantes teleros reconocidos en el ambiente del tradicionalismo y los coleccionistas.

Daniela teje fajas pampa de 2,60 metros de largo, aproximadamente, más unos 15 cms de flecos retorcidos. La técnica pampa es ancestral y viene de los mapuches araucanos, se tejen dos telas quedando la pieza como un tubo. Las más antiguas son de lana, pero se utiliza también el hilo macramé y el perlé (seda) que las tejedoras aborígenes utilizaban cuando los malones asolaban las ciudades. Desde ya que éstos hilos eran importados.



Para hacer una faja se necesitan más de 350 hilos que se urden (enroscan) alrededor de un telar vertical de aproximadamente 2,40 metros. La tela se va enroscando en él.

También teje ligas para atar las botas de potro y cinturones. Pero Daniela no solo teje en técnica pampa, ha investigado mucho sobre textiles y ha incursionado en las técnicas de la doble tela boliviana, mapuche y laboreo andino. Todo esto le originó un reconocimiento a nivel nacional, ya que sus trabajos son requeridos en distintos puntos del país y se encuentran también en poder de coleccionistas de México, Chile y España.


A toda esta tarea, le sumó un emprendimiento con su hijo Martín Finucci, quien es orfebre. Juntos, crean accesorios para dama pero con textiles y metal, identificados con la artesanía tradicional. Se llama Trama & Plata y todos sus productos son realizados enteramente a mano. Es sin dudas, la historia de una pasión, y también aporta un grano más a la Argentina que crece.

Más información:  011 1551267472
Facebook: danielahavastelera
Instagram: @danielahavas