miércoles, 1 de julio de 2020

UNA MÁQUINA DE HACER CAFÉ


La prudencia es una de las virtudes morales de la conducta humana que identificó Platón en su obra La República. También fue denominada “virtud especial” por Santo Tomás de Aquino. A la hora de invertir en un emprendimiento, según especialistas, la prudencia es clave para tomar una buena decisión, sin embargo, hay quienes desoyen esta máxima y se lanzan a la aventura sin tomarla en cuenta. Y Jorge García Puigrredón, empresario chileno, fue uno de ellos, quien en plena crisis económica de 2001, mientras se producía una fuga incontrolable de capitales, con una inversión inicial de 60.000 dólares creó Central de Café, que desarrolla blends y cafés de alta gama destinado al mercado gastronómico, hotelero, restaurantes y bares.


Central de Café cuenta con más de 70 variedades de blends exclusivos, lavados, naturales, descafeinado y orgánicos. El secreto del negocio está en traer granos de café de todas partes del mundo: Colombia, Costa Rica, Brasil, Perú, Guatemala, México, India, Nueva Guinea, Etiopía, Kenia, Tanzania y Sumatra, entre otros. “Hay un consumo muy importante de café, traído de Centroamérica, de Brasil, África, países que no tienen nada que ver con el consumo, de hecho, los países que más consumen, ninguno produce. En América Latina hay muy buenos cafés”, concluye Jorge, y destaca que la empresa vende un promedio mensual de 11.520.000 tasas de cafés finos.

Otro de sus logros más importantes es el desarrollo de la primera Academia de Maestros Baristas, que brinda 25 horas de capacitación en un curso novedoso y entretenido para capacitar a sus clientes. “Es muy importante dar la cara. Hay que presentarse personalmente, no sólo poner un grano de café sino la credibilidad que tiene que haber detrás de uno cuando traes un grano. Esa fue nuestra  primera diferenciación. Somos una empresa que tiene el corazón de una pequeña pero el tamaño de una grande”, resalta García Puigrredón. 

Otro fuerte de la empresa es que su fundador proviene del área gastronómica, un valor fundamental al momento de reunirse con los clientes: “Tengo 20 años de trayectoria en el área gastronómica. Soy más gastronómico que cafetero. Es tremendamente valioso porque naturalmente estás pensando desde el lado del cliente, y es lo que hace que nuestros clientes están siempre a la cabeza”, cierra García Puigrredón.

MAS INFORMACION: WWW.CENTRALDECAFE.COM.AR

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