El inconfundible aroma que despiden
la lavanda, el romero, y el tomillo, invitan a cerrar los ojos y despertar al
máximo el sentido del olfato. Pero luego, el color los potreros entremezclados
con estas plantas aromáticas en Las Mulitas, una chacra de 34 hectáreas ubicada
sobre la Ruta Provincial 76, que ingresa a la comarca turística de Sierra de la
Ventana desde Bahía Blanca, hacen potenciar el sentido de la vista y que los
ojos aguanten más tiempo sin parpadear.
La chacra la heredó la familia Kugler hace 24 años, quienes luego de probar con la apicultura, en 2004
encontraron en las plantas aromáticas una veta para llegar a los mercados de
las ciudades.
En Las Mulitas se cultiva y se
procesa manualmente la lavanda, romero y tomillo para uso comestible y
terapéutico. También fabrican almohaditas y bolsitas perfumadas, y se realizan
visitas guiadas y excursión a los cerros del establecimiento para gozar de una
visión panorámica de los campos y del cordón serrano de la Ventana.
En el 2018 un feroz incendio que
comenzó al borde de la ruta, se extendió muy rápido por la lavanda, y sólo
lograron salvarse las plantas más grandes y rebrotaron algunas en el terreno quemado. Este hecho hizo que Nicolás Kugler tomara la posta que le dejó su
padre Hugo, y reformulara el emprendimiento sin detener la producción. “Estoy
replanteando la escala para que la pueda manejar sin colapsar y proyectando
diversificar los cultivos. Apunto a aumentar la producción de salvia, y estoy
empezando a trabajar con la ajedrea, que ya cultivamos, y vamos a incorporar otras
especies en forma gradual”, dice Nicolás, y luego agrega: “El objetivo es hacer
más variedad en menor superficie, aplicar riego por goteo en casos puntuales y
apunto sólo a la venta en el lugar, aprovechando la ubicación de la chacra que está sobre una ruta
turística”.
El proceso de cada especie para
llegar al producto final es prácticamente el mismo: siembra, control de
malezas, poda (en el caso de la lavanda) y cosecha. Por ser cultivos orgánicos
no se aplican agroquímicos. Una vez que se cosecha la especie, la producción se
traslada a un galpón donde se seca la cosecha. Luego hay que separar las flores
u hojas y las impurezas con una máquina despalilladora.
Lo primero que se sembró fue lavandín (lavándula x intermedia), un híbrido natural entre la lavanda verdadera (lavándula angustifolia) y la Lavándula latifolia.
Lo primero que se sembró fue lavandín (lavándula x intermedia), un híbrido natural entre la lavanda verdadera (lavándula angustifolia) y la Lavándula latifolia.
“La mayoría de las aromáticas son
de la cuenca mediterránea, de veranos muy tórridos con fuerte sol,
características de aquí”, explica Nicolás, quien además de ser geólogo, y
colaborar en la edición de libros y guías de turismo para extranjeros, ha integrado el grupo de Turismo Rural del INTA, una herramienta diseñada para colaborar con
los pequeños y medianos empresarios agropecuarios.
Argentina presenta condiciones
óptimas para la producción de cultivos aromáticos tanto por aspectos
agroclimáticos como económicos. La producción anual ronda las 8000 toneladas,
que se obtienen a través de la siembra de 44000 hectáreas. Buenos motivos para
encarar un emprendimiento e ilusionarse a futuro.
Más información: https://aromaticas-las-mulitas.negocio.site